Ayuntamiento de Santacara

Cofradía de Santa Eufemia

HERMANDAD DE SANTA EUFEMIA

    

De tiempo inmemorial se conserva por tradición pues no consta escrito de fundación ni estatutos, en esta villa de Santacara, una Cofradía o Hermandad que se titula de Santa Eufemia, cuyos cofrades, siguiendo a sus antepasados practican las costumbres, haciendo todos los años las siguientes:

1ª.- Extramuros de la población se halla la ermita de su Titular o Patrona, que debe pertenecer a todo el vecindario, aunque está al cuidado de la Cofradía.

2ª.- Los cultos que se tributan a Santa Eufemia son:  Poco antes de  oscurecer, la tarde del 15 de Septiembre, previos los toques especiales y de costumbre con las campanas para llamar a los hermanos cofrades, se ordena en la Parroquia la procesión que se dirige a la ermita, al objeto de traer a la misma Parroquia la imagen de dicha Santa, para lo cual el Alcalde Mayordomo o encargados tienen preparada en las andas o peana, y sin más detención que cantar la antífona, versículo y oración de la Santa Virgen y Mártir, tomando cuatro hermanos cofrades la Imagen se regresa cantando el himno, a dicha Parroquia donde se canta la Salve, se reza el Santo Rosario y termina la función de este día.

3ª.- El día 16, al toque de la oración de la mañana, se tocan las campanas como los días festivos, volviéndolas a tocar a la hora en que suele hacerse estos días para la misa mayor, haciendo también con la campana las señales especiales para los hermanos cofrades, cantándose la misa con el panegírico o sermón en elogio de la Santa. Por la tarde, precedidos los toques de campana y a la hora acostumbrada, se cantan vísperas de difuntos, con responso general en sufragio de las almas de todos los fallecidos que han pertenecido a esta Cofradía.

4ª.- Al siguiente día, 17, por la mañana y al toque de la oración, se hacen con las campanas las señales para que acudan los hermanos a la Parroquia, al objeto de volver en procesión a la ermita la Santa, llevando el Párroco o quien a este sustituya las Santas Reliquias que posee la Parroquia, dándolas a adorar por contener una de la Santa Titular a todos los asistentes a estos actos; concluida la misa de réquiem cantada, con responso general al fin, volviendo después en procesión a la Parroquia con las  Santas Reliquias expresadas.

5ª.- Por la celebración de todas estas funciones se remunera al Párroco con veinte pesetas. Así consta en las cuentas que preceden.

6ª.- Si alguno de los hermanos cofrades, sin justa causa, faltase a las funciones entredichas, se le exige por vía de multa, dos pesetas y cincuenta céntimos, que se agregan al fondo de la cofradía. Pero si tuviera que ausentarse del pueblo la víspera o el día de la fiesta, lo pondrá en conocimiento del Alcalde Mayordomo para quedar relevado de la multa.

7ª.- Cuando ocurre administrar el Santo Viático o la Extremaunción a algún cofrade, velan, por turno dos cada noche, siempre que la  enfermedad  no sea epidémica o contagiosa, y si  la casa  carece  de asistencia,  lo  hará  una de las hermanas  cofrade  mientras haya necesidad, si no ocurre la defunción. En esta caso si la casa no tiene interesados que lo prefieran, los enterradores, de que delante se hablará, llevan el cadáver a la puerta de la Parroquia o Iglesia, para las o ·as fúnebres y después al cementerio para el sepelio o entierro.

8ª.- A todos los actos religiosos acompañan y asisten con velas de cera de la cofradía los hermanos, exigiendo también por vía de multa cincuenta céntimos de peseta por cada vez que sin justa causa dejan de asistir algunos de los repetidos cofrades, excepción hecha cuando la misa llamada de entierro no se dice de cuerpo presente, a la cual asisten los hermanos que tienen voluntad; pero no podrán excusarse de acompañar hasta el cementerio a los hermanos difuntos cuando se verifica el sepelio o entierro, así como tampoco se exigirá multa por no acompañar al Santo Viático que podrán hacerlo voluntariamente con las de la cofradía, distribuyendo estas entre los asistentes sean o no Cofrades, prefiriendo siempre a éstos.

9ª.- En la Iglesia de esta  villa  y capilla de  Santa  Lucía conserva  la Cofradía una arca de madera para la guarda de la cera, cuya llave tiene el Alcalde Mayordomo, que cuando hay necesidad se da a los mandaderos, de que también se hablará, para que los cofrades que asisten las tomen de una cesta que se tiene al efecto, lo que verifican en todas las funciones.

10ª.- A la defunción de cada uno de los hermanos cofrades se celebra una misa en sufragio de su alma, que el Párroco celebra por la limosna de tres pesetas y es la que se refiere en la cláusula 8ª.

11ª.- Para la compra de cera, gastos expresados y que ocurren en la Cofradía, posee ésta una tierra con árboles, que en la actualidad lleva en arriendo el cofrade D. Críspulo Adín, según consta en la página 17 de este libro, además una peseta que se exige al entrático, o sea, a cada uno que entra en la Cofradía y las multas mencionadas. Si ocurre que los gastos exceden al fondo producido por estos conceptos, suele exigirse a cada uno de los hermanos cofrades veinticinco o cincuenta céntimos de peseta, según sean las necesidades.

12ª.- El día 16 de Septiembre, después de la función de la mañana, o bien después de la de la tarde, se reúnen los cofrades en la sala consistorial escuela de niños de esta villa para leer las cuentas del año que el Alcalde mayordomo presenta, procediendo éste a nombrar el que ha de sustituirle, a quien entrega el alcance, si resulta, el presente libro y demás efectos correspondientes a la Cofradía. Inmediatamente el nuevo Mayordomo, después de aprobadas y firmadas las cuentas, nombra los cargos que han de ayudarle durante el año de entre los hermanos y hermanas cofrades, que son y se titulan Demandaderos y Demandadoras, dos de cada clase, Bandeadores, dos y enterradores, cuatro.

13ª.- Uno de los tres días de las rogaciones, llamadas de Ascensión, se va en procesión desde la Parroquia, cantando las Letanías, hasta la ermita de Santa Eufemia, donde se canta la misa de Rogativa, y después se vuelve el mismo modo a la Parroquia. Este día no intervienen en nada, ni tienen ninguna obligación los hermanos cofrades, pudiendo asistir, como es justo, voluntariamente.

 

El devoto de Santa Eufemia que suscribe ha merecido la honra de que los repetidos cofrades le dieran el encargo de redactar la precedente Memoria y escribirla en este libro, lo que ha verificado con gran gusto, y tan sólo por agradar a Dios en honor de su Patrona, y ruega a los mismos que para darlas el valor que merecen las autoricen con sus firmas, los que sepan hacerlo, después de subsanar las observaciones que crean convenientes, si alguna omisión u equivocación se ha tenido.

Santacara día dos de Febrero de mil ochocientos noventa y dos.

Buenaventura Burgui.

NOTA MANUSCRITA (Presentación del borrador)

La Memoria que precede, escrita con anuencia de los Cofrades por el que suscribe, se hace en virtud de que, como se dice al principio, que existe escrito alguno, y a fin de que se llegue a dudar de las costumbres que se practican puedan conservarse mejor, se ha convenido estamparlas así en este libro ; y el que ha merecido la honra de escribirlas suplica a los Cofrades las den su aprobación para perpetua memoria, dispensándole hacerle las observaciones que crean convenientes para subsanar cuanto involuntariamente se haya omitido, pues todo lo ha practicado con solo el deseo de agradar a Dios en honra de la esclarecida Virgen y Mártir Eufemia de Calcedonia, en Santacara a cuatro de Octubre de mil ochocientos noventa y uno.

B.B.

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